Resumen
En este artículo analizo las actividades de imagen que se realizan cuando se emplea tú genérico. Además, correlaciono la presencia de la segunda persona singular tácita o explícita con el tipo de actividades de imagen documentadas en el Corpus sociolingüístico de la Ciudad de México (CSCM). Los resultados sugieren que los hablantes muestran una preferencia por la omisión del sujeto pronominal de segunda persona singular genérico cuando realizan actividades de autoimagen y que esta estrategia les permite ocultar al yo. Por el contrario, cuando realizan actividades de cortesía recurren con mayor frecuencia a la expresión de SP genéricos de segunda persona, esto es, el tú genérico explícito contribuye para codificar una estrategia centrada en el interlocutor. El análisis corrobora que los hablantes mexicanos se preocupan por el cuidado de su propia imagen y por la de sus interlocutores, privilegiando los deseos de imagen de afiliación.
Abstract
In this article I analyze the facework that is performed when people use a generic you (tú). In addition, I correlate the presence or the absence of the pronominal subject tú with the kinds of facework documented in the sociolinguistic Corpus of Mexico City (CSCM). The results suggest that speakers show a preference for the use of the null subject when they perform self-facework and that this strategy allows them to hide the self. On the contrary, when their facework serves to perform politeness, they prefer to use the overt pronoun tú, that is, the explicit generic tú contributes to convey a strategy centered on the interlocutor. The analysis corroborates that Mexican speakers are concerned about their own image and that of their interlocutors, privileging face wants of affiliation.
1 Introducción
En este artículo describo las actividades de imagen que realizan los hablantes mexicanos cuando emplean sujetos pronominales genéricos de segunda persona singular y muestro que el trabajo de imagen que entrevistador y entrevistado realizan durante las entrevistas sociolingüísticas se relaciona con la tasa de presencia de los sujetos pronominales genéricos de segunda persona singular. Esto es, las tasas de frecuencia de sujetos pronominales (en adelante, SP) tácitos, como en (1), y de SP explícitos, como en (2), varían en función del tipo de actividad de imagen.
(1) | |
E: | mm/ casi seis mil (silencio) pues ahí van haciendo sus ahorritos/ ¿no? |
I: | no lo que yo quisiera |
E: | mh |
I: | no lo que yo quisiera porque/// Ø te vas acostumbrando a gastar/ así como Ø vas ganando[1] |
(Entrevista 25) |
(2) | |
I: | al tiempo este// a mí me gustaba mucho lo que era el teatro// mucho mucho lo que era/ todo lo que era el teatro/ y este/// pero/ en Nezahualcóyotl/ no había ningún lugar donde tú pudieras estudiar/ o teatro o danza// después/ surgió la Casa de la cultura// pero tampoco me llamó la atención |
(Entrevista 53) |
En este texto emplearé el término tú genérico para referirme a los usos del pronombre tú como en (1) y (2) en los que este no es correferencial con el interlocutor en el sentido en que lo es el tú definido. En los ejemplos mostrados se observa que los hablantes pasan de la primera a la segunda persona singular para generalizar sus experiencias como compartidas por un grupo más amplio de personas (en el apartado 2.1. se retomará esta discusión).
Las restricciones lingüísticas sobre la presencia de SP explícitos en el español han sido objeto de estudio de la sociolingüística desde la década de 1980 (por ejemplo, Silva-Corvalán, 1982; Bentivoglio, 1987). En la bibliografía previa se ha estudiado qué factores motivan la presencia de SP, y se ha observado que una serie de restricciones gramaticales (por ejemplo, el cambio de referencia, la semántica del verbo, la ambigüedad morfológica y la persona y número del verbo) influye sistemáticamente en la tasa de frecuencia de SP explícitos en diferentes dialectos del español. Por razones de espacio no me detengo en los antecedentes generales sobre la variación de SP. En Flores Ferrán (2007) se presenta un estado de la cuestión que muestra un panorama abarcador sobre los estudios previos. El interés por este tema sigue vigente, muestra de ello son los volúmenes monográficos editados por Otheguy y Zentella (2012) y Carvalho, Orozco y Lapidus Shin (2015). Asimismo, PRESEEA propone una metodología común para estudiar esta variable en los diferentes corpus del proyecto (Bentivoglio, Ortiz y Silva-Corvalán, 2011).
Sin embargo, en estos estudios no parece haber una tendencia clara y sostenible entre variedades dialectales en cuanto a las tasas de expresión de los SP genéricos de segunda persona singular. Cameron (1993, 1996a, 1996b) fue el pionero en investigar al respecto. Al comparar datos de Madrid y San Juan de Puerto Rico, observó que si los SP de segunda persona singular eran específicos [2] los porcentajes de SP explícitos eran más altos en Madrid (con más del 40 % para específicos y apenas 19 % para genéricos). En cambio, en San Juan emergía un patrón opuesto, esto es, los SP específicos tenían menor frecuencia de explicitud (48 %), mientras que los SP genéricos alcanzaban una tasa mayor de SP explícitos (69 %). Este autor señala asimismo que en Buenos Aires (Argentina) y Santiago (Chile) también se favorece la expresión de SP genéricos (vs. específicos).
En el estudio de DeMello (2000) se corrobora que no hay tendencias claras entre dialectos en cuanto a las tasas de SP explícitos genéricos. En la comparación que este autor hace de 10 ciudades de habla hispana con datos del proyecto El habla culta –Bogotá, Caracas, La Habana, San Juan de Puerto Rico, Santiago de Chile, Ciudad de México, Lima, La Paz, Buenos Aires, Sevilla y Madrid- encuentra porcentajes de presencia de SP que van desde el 78 % hasta el 13 %.
El hecho de que no exista uniformidad dialectal en cuanto a la expresión de SP de segunda persona genéricos sugiere que, además de analizar restricciones gramaticales, es necesario un enfoque pragmático. Por esta razón, en este artículo exploro cómo se relaciona esto con el manejo de la imagen. Mi hipótesis es que las diferencias dialectales podrían explicarse si se analiza cuáles son las actividades de imagen que realizan los hablantes cuando emplean SP de segunda persona singulares genéricos. Este planteamiento tiene sus bases en la bibliografía previa que comentaré a continuación en el apartado de antecedentes.
2 Antecedentes
Como señalé líneas arriba, el estado actual de la investigación sociolingüística muestra de manera consistente cómo operan una serie de restricciones lingüísticas en la presencia de SP explícitos. Sin embargo, el conjunto de los datos sugiere nuevas perspectivas de análisis con un enfoque pragmático. Es verdad que en las gramáticas se ha mencionado tiempo atrás la función pragmática llamada contrastiva o enfática que realizarían los SP explícitos (por ejemplo, Real Academia Española, 1973). Sin embargo, énfasis y contraste son conceptos abarcadores que engloban funciones muy diversas; el uso ambiguo de estos términos ha sido discutido previamente (Davidson, 1996) y algunos estudios sociolingüísticos muestran que los casos contrastivos en los que aparecen SP explícitos son mínimos en los corpus (ver, por ejemplo, Bentivoglio, 1987; Travis y Torres Cacoullos, 2012).
Desde otros enfoques se ha sugerido que en los estudios sociolingüísticos se han obviado los papeles que desempeñan hablante y oyente en el evento comunicativo y que es probable que la expresión de SP sirva para atenuar opiniones y que la referencia genérica tenga una motivación cortés (Stewart, 2003). En este sentido, considero que la variación en la expresión de SP genéricos puede explicarse desde una perspectiva en que se incorpore el trabajo de imagen que los hablantes realizan al interactuar, pues en la conversación los hablantes emplean estrategias para mantener, realzar o reparar la imagen propia y la de sus interlocutores y la desfocalización de la deixis de persona es una de las estrategias lingüísticas empleadas para ello (Brown y Levinson, 1987; Haverkate, 1994, entre otros). En los siguientes apartados haré una revisión de los conceptos de desfocalización de la deixis de persona y de actividades de imagen, pues estos serán el eje que guía el análisis aquí presentado.
2.1 Estrategias pragmalingüísticas relacionadas con la desfocalización de persona
En diversos estudios se ha tratado ampliamente el uso de varios recursos lingüísticos que es posible englobar bajo la etiqueta amplia de desfocalización o “impersonalización” y que se emplean para reducir la agentividad del sujeto (Alcaide Lara, 2001), sirven como atenuadores (Haverkate, 1994Albelda, Briz, Cestero, Kotwica y Villalba, 2014) y, en el plano social, pueden emplearse como estrategias de cortesía (Haverkate, 1994). Entre los recursos lingüísticos de la impersonalización en español están los impersonales con se; los impersonales de tercera persona plural (estos suelen ocurrir con SP tácito), el uso de la primera persona plural y el de los SP genéricos de segunda persona singular.
Con respecto al aspecto generalizador de túHaverkate (1994, p. 136) considera que le sirve al hablante para a) proteger su imagen positiva, b) “entablar una conversación objetiva sobre un problema que le afecta al hablante en particular” y c) manifestar cortesía positiva. La bibliografía posterior, basada en diferentes corpus de español, lo corrobora. En Kluge (2010) se documenta su empleo cuando el hablante quiere hacer críticas veladas al interlocutor o como intento para realizar un cambio de trato y pasar del ustedeo al tuteo y Stewart (2003) observa su capacidad para atenuar opiniones. Fernández (2008) menciona su empleo como estrategia de evidencialidad [3] basada en la propia experiencia, lo que iría en concordancia con Haverkate (1994) en el sentido de que, al presentar las experiencias propias como algo que se puede generalizar, el hablante evita las críticas y se protege. Asimismo, Serrano y Aijón Oliva (2012) describen su valor como estrategia objetivadora, lo que estaría en consonancia con una de las finalidades planteadas por Haverkate (1994).
Ahora bien, en relación con el empleo de tú genérico y la presencia de un SP explícito, Haverkate (1994, p. 136) apunta incluso una presunta incompatibilidad y argumenta que el empleo de un genérico explícito “sería una locución pragmáticamente mal formada”. Sin embargo, como he señalado supra, la alta frecuencia de SP genéricos de segunda persona explícitos en algunos dialectos del español sugiere que no hay tal incompatibilidad y que es necesario estudiar las normas socioculturales que rigen el uso de los SP genéricos de segunda persona singular en diferentes comunidades hispanohablantes. Esta diferencia dialectal queda fuera de los límites de esta investigación, en la que me centraré únicamente en el análisis del dialecto mexicano y, en sentido estricto, del español del altiplano central. De cualquier modo, las diferencias dialectales en cuanto a la tasa de SP de segunda persona genéricos explícitos es un tema que amerita una investigación que incorpore un enfoque pragmático.
Los SP de segunda persona singular refieren, prototípicamente, al interlocutor y, por esta razón, se convierten en un mecanismo para que el hablante pase de la primera a la segunda persona singular de manera encubierta (yo encubierto es otra de las acepciones para estos SP genéricos; ver Hernanz Carbó, 1990). En investigaciones previas se ha reconocido una gama de posibles lecturas para el SP de segunda persona singular, que van desde la estrictamente correferencial con el interlocutor (Kluge, 2016), es decir un tú de tratamiento hasta la de un yo encubierto (Hernanz Carbó, 1990). Fernández (2008, p. 220) considera que en su mención están incluidos siempre el hablante, el oyente y terceras personas; esta sería la interpretación más común que se ha hecho de los genéricos, como formas que le permiten al hablante referir a experiencias propias como generalizables a cualquiera.
Sin embargo, en contraposición con Fernández (2008), otros autores opinan que un SP genérico de segunda persona puede hacer referencia de manera exclusiva ya sea al hablante o al destinatario, quienes pueden presentarse como representantes de una entidad mayor (Jensen, 2009; Kluge, 2016). Igualmente se ha señalado que un SP genérico puede excluir al propio hablante o al destinatario e incluso puede referir a un grupo de personas que excluye tanto al hablante como al destinatario (Jensen, 2009). Considero que es difícil definir en algunos contextos a quienes se extiende la referencia del tú genérico. Sin embargo, me interesa justamente esta ambigüedad que sirve a los hablantes a modo de estrategia lingüística para realizar actos de habla centrados en el destinatario y no en el hablante (Koike, 1989).
2.2 Actividades de imagen
En este trabajo se retoma el concepto de actividades de imagen (Goffman, 1967) por su capacidad interpretativa y por ser más abarcador que el de cortesía; más adelante mostraré que en el corpus objeto de estudio fue posible constatar que los SP de segunda persona genéricos no se emplean como estrategias de cortesía en posibles contextos de amenaza a la imagen en el sentido en que lo plantean Brown y Levinson (1987), sino que se presentan en contextos donde no hay una amenaza a la imagen, pero en los que los hablantes sí realizan actividades de imagen, sean estas de autoimagen o de cortesía.
En esta investigación parto de los conceptos de imagen y de actividad de imagen de Goffman (1967), [4] este último parafraseado por Hernández Flores (2013, p. 178) como las “acciones emprendidas por una persona para que su comportamiento esté en consonancia con la imagen social, siendo dichas acciones aquellas que salvaguardan, protegen y reparan la imagen”.
Para Hernández Flores las actividades de imagen no están condicionadas por posibles actos de amenaza a la imagen, ni relacionadas forzosamente con la cortesía. Pero, dado que las actividades de imagen producen en el plano social efectos positivos, negativos o neutros (Hernández Flores 2013, siguiendo a Bravo 2002, 2005, 2008) y debido a que las imágenes involucradas en mayor medida pueden ser la del hablante, la del destinatario o la de terceros, esto da lugar a actividades de imagen de cortesía, de descortesía y de autoimagen. Desde esta perspectiva hay una relación entre las imágenes de hablante y destinatario de modo que, si una se refuerza, destaca o protege también lo hace la otra.
En este modelo también se considera que los efectos que tienen las actividades de imagen están vinculados con los roles que desempeñan los hablantes en interacciones concretas y se observa de qué manera las estrategias empleadas por los hablantes pueden tener efectos positivos o negativos con respecto a ellos mismos y a su interlocutor. En este sentido, las actividades de imagen prototípicas, son de tres tipos, a saber, (1) las estrategias corteses (en las que se atenúa, repara o realza la imagen) que pueden tener un efecto positivo tanto en el hablante como en el destinatario, (2) las estrategias de autoimagen (en las que se atenúa, repara o realza la propia imagen) que pueden tener un efecto positivo en el hablante, pero neutro en el destinatario y, por último, (3) las estrategias descorteses que tendrían un efecto negativo en ambos participantes (ver Tabla 1 en Hernández Flores, 2013, p. 190).
SP explÍcito (tú) | SP tácito (Ø) | Totales | |
---|---|---|---|
EspecÍfico | 143 (18.3 %) | 640 (81.7 %) | 783 (56.4 %) |
Genérico | 84 (13.9 %) | 522 (86.1 %) | 606 (43.6 %) |
Totales | 227 (16.3 %) | 1162 (83.7 %) | 1389 (100 %) |
X2: 4.8411. p=0.027789. X2 con corrección de Yates: 4.5245. p = 0.033412.
3 Constitución del corpus y metodología
Los datos analizados provienen de 36 entrevistas sociolingüísticas del CSCM (Martín Butragueño y Lastra, 2011–2015). La entrevista sociolingüística es un evento comunicativo en el que se pretende que una persona (el entrevistado) hable lo más posible y de la manera más coloquial durante al menos una hora para tener con ello muestras de habla de un grupo amplio de personas pertenecientes a una comunidad. Este método es el más empleado en sociolingüística para la obtención de datos y la bibliografía previa sobre SP se basa casi en su totalidad en datos provenientes de entrevistas sociolingüísticas, de modo que en estos datos se trabaja con el mismo tipo de evento comunicativo.
Las entrevistas se seleccionaron teniendo en cuenta un muestreo equilibrado en cuanto al género del hablante y la edad (de 20 a 34; de 35 a 54; de 55 años y más) y seleccionando dos de los tres grupos de escolaridad (los de escolaridad media y superior). En cada entrevista se extrajeron las primeras 100 ocurrencias de SP de segunda persona (si las hubo), fueran estas correspondientes al sistema tuteante o al ustedeante. Los datos se organizaron en una base en Excel y para cada contexto de ocurrencia se distinguió si la función era definida o genérica; de igual manera se indicó si los sujetos pronominales eran tácitos o explícitos. Para fines de este artículo mencionaré la frecuencia global de ambas funciones, pero el análisis se centrará en los casos correspondientes a los sujetos pronominales genéricos tuteantes, dejando de lado los SP definidos y los casos ustedeantes con valor genérico, pues estos últimos fueron escasos.
Con los datos correspondientes a los SP de segunda persona genéricos se realizó un análisis cuantitativo y cualitativo; se observó qué tipo de actividad de imagen se presentaba en cada ocurrencia de un SP genérico. Para hacer la clasificación –en un primer momento y siguiendo a Hernández Flores (2013)– se partió de una división en tres tipos de estrategias, a saber, estrategias de autoimagen, estrategias corteses y estrategias descorteses. Sin embargo, se observó que no hubo estrategias descorteses, por lo que esta categoría quedó fuera del análisis. De modo que cada ocurrencia se clasificó en función de las dos posibles actividades de imagen documentadas en el corpus, a saber, i) actividades de autoimagen, ii) actividades de cortesía. Enseguida describo las dos categorías consideradas.
En los casos analizados, la actividad de autoimagen se presenta cuando se observa un claro desplazamiento referencial de la primera persona singular a la segunda genérica cuando el hablante narra experiencias que vivió y que no son necesariamente generalizables para cualquiera; en estos segmentos de la entrevista los hablantes narran sobre eventos de su vida pasada, cuentan sobre decisiones que tomaron, o expresan opiniones o sentimientos con respecto a su propia persona. En dichos fragmentos los hablantes buscan un balance de su autoimagen ya sea evitando ser arrogantes y presentando lo que lograron como algo que haría cualquiera (atenuación de la autoimagen) o bien, tratando de desdibujar su propia agentividad sobre aspectos a los que, en el momento de la enunciación, les otorgan una valoración negativa o que saben que en la comunidad de habla no son valorados positivamente (reparación de la autoimagen).
Estos fragmentos narrativos suelen acompañarse de una evaluación del hablante sobre su vida pasada, en ellos los hablantes hacen explícito su cambio de actitud con respecto a un comportamiento propio o reconocen su ignorancia ante un tema; en algunos casos hay una autocrítica o bien los emisores tratan de minimizar lo que consideran defectos o sus cualidades (atenuación de la autoimagen). Este conjunto de evaluaciones no está en modo alguno relacionado con el interlocutor; por tanto, el cuidado es sobre la propia imagen. En resumen, en estos contextos se busca un balance en la imagen propia y se trata de evitar efectos negativos sobre ella, por esta razón todos estos casos se clasificaron como actividades de autoimagen.
Un ejemplo de actividad de autoimagen se presenta en (3), proveniente de una entrevista en la que un hombre narra que emigró a Estados Unidos y ante la pregunta expresa de F sobre si extrañaba a su familia, responde afirmativamente, especificando que lo que más extrañaba era que en su familia alguien más se ocupaba de lavar y planchar su ropa.
(3) | |
F: | pero extrañaba a su gente |
I: | sí:/ sí Ø extrañas a la… |
E: | [<todavía no…>] |
I: | [pus más que nada]/ porque en tu casa también/ te tienen todo |
F: | claro |
I: | más que nada/ por decir/ yo este:/ tengo// seis hermanas y esta-/ cuando yo estaba más chico pus:/ éramos tres hermanos/ y tres hermanas// pus Ø estás acostumbrado a que todo Ø tienes/ todo te/ tu ropa bien planchadi:ta/ tus/ tenis to:do <…> / hasta tus zapatos boleados/ todo bien<y Ø dices>(risa) “hí:jole/ yo tengo que planchar/ tengo que [lavar] |
(Entrevista 37) |
En dicho fragmento la autoimagen del hablante está en riesgo en varios sentidos, En primer lugar, se esperaría que extrañe a su familia simplemente por la cercanía que implican los lazos de parentesco (imagen de afiliación). En segundo lugar, por no mostrarse como una persona capaz de responsabilizarse de sí misma (imagen de autonomía) y por contribuir a reproducir prácticas machistas en el seno familiar donde las mujeres se encargan de lavar y planchar. En dicho fragmento se observa claramente el uso de una estrategia generalizadora, pues ante la pregunta de F sobre si extrañaba a su familia, el hablante emplea un SP de segunda persona genérico (Ø sí extrañas) y también desfocaliza la persona o personas que en su casa se ocupaban de él mediante el recurso a una tercera persona sin SP explícito (en tu casa te tienen todo) que, como mencioné supra, es otra de las estrategias de desfocalización en español.
De igual manera se observa que cuando explica las razones por las que extraña a su familia, el hablante emplea un SP de segunda persona genérico intentando reducir su agentividad y presentando su situación como algo que simplemente ocurre en nuestra sociedad y por tanto puede generalizarse (pus Ø estás acostumbrado a que todo Ø tienes). Por último se observa que también emplea un SP de segunda persona genérico para introducir su propio discurso directo (dices) en el que se lamenta de enfrentarse a actividades que no realizaba en su país (hí:jole/ yo tengo que planchar/ tengo que lavar). Nótese que en este ejemplo todos los contextos de segunda persona singular genéricos son de SP tácito, frente a los de la primera persona singular, que sí son explícitos (yo).
En la segunda categoría se clasificaron las actividades de cortesía. Estas se presentan cuando a) el hablante recurre a los SP de segunda persona singular genéricos para emitir una opinión o hacer una crítica sobre una tercera persona o sobre un grupo de personas que no están presentes en la interacción; es probable que dicha opinión tenga un efecto negativo tanto sobre el destinatario como sobre el propio emisor. En estos casos, el hablante desfocaliza para intentar presentar su dicho como una opinión general que es compartida por un grupo más amplio. En situación de entrevista sociolingüística, las personas o grupo de personas aludidas no están presentes en el momento de la entrevista, en este sentido, se trata de una actividad preventiva, pero es probable que el interlocutor manifieste afiliación hacia los grupos que estas personas representan; es en este sentido como puede haber un efecto negativo sobre el interlocutor. Un ejemplo de ello se muestra en (4).
(4) | |
I: | nada más que ellos por mi estatura/ me decían “que lo único que yo alcanzaría <a> hacer cuando mucho sería el venado”// y yo dije/ “pues <~pus> estar tanto tiempo aquí/ nada más para hacer el venado pues <~pus> no”/// y ya/ Ø dejé de ir// y aparte de eso/ sí el ambiente está pesadísimo/ o sea hay mucho homosexualismo/ cosas en las pues <~pus> que tú no estás/ ni Ø vas de acuerdo/ ¿no? |
E: | mh |
I: | Ø tienes tus/ tus ideas tus// y Ø no las vas a cambiar por/// el arte ¿no?/// un arte medio/// difícil de/ creer que sea arte ¿no? |
(Entrevista 53) |
En esta entrevista el hablante narra su experiencia cuando fue estudiante en un grupo de danza, en ella es patente la frustración del emisor quien dice que se esforzaba por bailar (le echaba muchas ganas), pero era considerado como parte de las “reservas” del grupo, y no como un bailarín protagónico, lo cual, aunado al ambiente, lo llevó a abandonar el baile. Nótese que el hablante pasa de la primera persona singular (yo dije, Ø dejé de ir) a la segunda persona al emitir su opinión sobre la homosexualidad (que él llama homosexualismo), desfocalizándola mediante el recurso a un SP de segunda persona singular genérico.
Este fragmento lo inicia con tú genérico explícito que acompaña al primer verbo (tú no estás) y en los verbos subsecuentes se emplea un SP de segunda persona singular tácito (Ø vas de acuerdo; Ø tienes; Ø vas a cambiar). Es notorio que el hablante busca la aprobación de su interlocutor mediante el empleo del apéndice comprobativo ¿no?, que en su primera ocurrencia recibe una respuesta fática del entrevistador (mh), en la que no hay evidencia de acuerdo o de desacuerdo por su parte, de modo que el hablante continúa su turno (Ø tienes tus/ tus ideas tus// y Ø no las vas a cambiar por/// el arte) repitiendo el apéndice comprobativo ¿no? En este ejemplo observamos la alternancia de un SP de segunda persona explícito con tres ocurrencias subsecuentes en las que se omite el SP.
En la bibliografía previa (cf. Flores Ferrán, 2007) se ha observado que el hecho de que no haya un cambio de referencia en el discurso y, sobre todo, que en una secuencia de oraciones se mantenga la referencia a dicho sujeto, favorece que este se elida. De modo que el patrón presencia/ausencia para la segunda persona podría explicarse por esta restricción. Sin embargo, es importante mencionar que esta restricción no opera en el sentido de una regla, pues como se mostró en el ejemplo (3) el paso de primera a segunda persona se dio sin que hubiera un SP de segunda persona explícito.
De igual manera, las actividades de cortesía corresponden a b) aquellos fragmentos en los que un hablante usa un genérico para involucrar al destinatario; estas corresponden a lo que Haverkate (1994) llama solidaridad de grupo o cortesía positiva. Estos contextos son diferentes a los de a) porque en ellos no hay algún posicionamiento de los hablantes sobre temas polémicos y el emisor refiere a hechos muy generalizables que, en principio, no tendrían por qué afectar las imágenes de los participantes. En estos contextos el emisor, a partir de una experiencia propia, da una opinión o explica un proceso y al usar un SP genérico de segunda persona acerca a su interlocutor a dicha vivencia.
Un ejemplo de ello se muestra en (5) en donde, a pregunta expresa del entrevistador sobre si al tatuar queman la piel, el entrevistado, que es tatuador, le explica de manera técnica el procedimiento. Dado que la reacción verbal del entrevistador es aún de duda (la inyectan entonces/ ¿pero no quema?) el entrevistado intenta hacer más accesible su explicación mediante una comparación con un fenómeno conocido por cualquiera (es como si fuera un raspón) y reformula su explicación (o sea) involucrando al entrevistador (tú vas inyectando el pigmento […] Ø estás inyectando) logrando con ello que su interlocutor entienda el proceso (ah/ son pequeñas// piquetitos).
(5) | |
I | mira la/ es una máquina que funciona por/// por electromagnetismo/ son nuna-/ son dos bobinas/ que al conectarlas a la corriente directa/ bueno/ pues hace como un campo magnético que/ hace que se atraiga y se repele una/ una barra/ entonces/ eso hace un movimiento de entrada y de salida/ y eso es lo que hace que inye-/ se inyec-/ que la/ que/ bueno/ que/ inyecte/ tinta/ por dentro de la piel// sí/ es como |
E: | la inyectan entonces/ ¿pero no quema? |
I: | no no/ no la quema/ es como si fuera un raspón |
E: | [¡ah!] |
I: | [o sea tú vas] inyectando el pigmento/ abajo de la primera capa de la [pie-] |
E: | [mh] |
I: | bueno/ obviamente abajo/ |
E: | mh |
I: | Ø estás inyectando/ en la primera capa de la piel/ el pigmento/ y así es como se va [<…>] |
E: | [ah]/ son pequeñas// piquetitos |
(Entrevista 39) |
4 Resultados
El total de ocurrencias correspondientes a la segunda persona singular tú fue de 1389. De las cuales 783 fueron sujetos definidos y 606 sujetos genéricos, esta distribución muestra que en las entrevistas sociolingüísticas seleccionadas tú genérico se emplea casi tan frecuentemente como tú definido, alcanzando el 43.6 %. Este dato sugiere que en situación de entrevista sociolingüística la estrategia de emplear la segunda persona del singular tú para desfocalizar es bastante productiva. [5] Este patrón es muy diferente al de usted genérico, que fue empleado por dos personas de la muestra, y del que hubo un total de 27 ocurrencias, correspondientes 26 de ellas a una mujer de 33 años y la otra a un hombre de 69 años; en ambas entrevistas el trato pronominal entre los participantes fue ustedeante. En cambio, hubo otras dos entrevistas en las que el trato referencial era ustedeante y para los SP genéricos se empleó tú.
En la Tabla 1 se muestran las frecuencias y porcentajes generales de la segunda persona singular; en ella se observa que el porcentaje de tú explícito es de 16.3 %, dato coincidente con el 16.6 % de Lastra y Martín Butragueño (2015) –y esperable porque tanto en esa investigación como en este artículo se trabaja con el mismo corpus– con la diferencia de que la cantidad de SP analizados para la segunda persona singular es mucho menor en estos autores (296 ocurrencias, frente a las 1389 de este artículo).
La divergencia entre ese trabajo y este surge con los porcentajes de SP explícitos según estos sean genéricos o definidos; mientras que Lastra y Martín Butragueño (2015) reportan que los SP explícitos fueron más frecuentes en la lectura genérica (con 18.1 % vs. 14 % para la lectura específica), aquí se observa que los SP explícitos son más frecuentes en la lectura específica (18.3 %) que en la lectura genérica (13.9 %); esto puede deberse justamente al volumen de datos, pues el tener un conjunto de datos más amplio proporciona una tendencia más confiable. Estos resultados sugieren que en la Ciudad de México se da un patrón similar al encontrado por Cameron (1993) en Madrid y opuesto al de San Juan de Puerto Rico.
La distribución observada en la Tabla 1 tiene sentido si se asume que al ser el tú genérico un mecanismo de desfocalización, no emplear un SP explícito permitiría borrar aún más la presencia del hablante y entonces, por esta razón, los SP explícitos son menos frecuentes. La diferencia entre ambos no es abismal (4.4 puntos porcentuales), pero la prueba estadística de ji cuadrado indica que sí hay una diferencia significativa según sean genéricos o específicos. Enseguida realizo un análisis detallado de los datos para explicar de qué manera y en qué medida esto puede relacionarse con las actividades de imagen que se presentan a lo largo de las entrevistas.
En la Tabla 2 se muestra la distribución de los SP genéricos según los dos tipos de actividades de imagen que se documentaron en el corpus. La categoría actividad de autoimagen es la que presenta una menor frecuencia de SP explícitos con apenas 9.8 %. Mientras que la categoría actividad de cortesía tiene 17.8 %. Esta diferencia de 8 puntos porcentuales entre ambas categorías es estadísticamente significativa, [6] lo que significa que sí hay una correlación entre la frecuencia de SP genéricos explícitos y el tipo de actividad de imagen. Enseguida intento explicar esta correlación y describo detalladamente los contextos en que se documentó cada tipo de actividad de imagen.
SP explícito (tú) | SP tácito (Ø) | Totales | |
---|---|---|---|
Actividad de autoimagen | 268 (90.2 %) | 29 (9.8 %) | 297 (49 %) |
Actividad de cortesía | 254 (82.2 %) | 55 (17.8 %) | 309 (51 %) |
Totales | 522 (86.1 %) | 84 (13.9 %) | 606 (100 %) |
X2: 8.1887. p = 0.004215. X2 con corrección de Yates: 7.5296. p = 0. 006069.
En la Tabla 2 se observa que los SP genéricos de segunda persona se presentaron en relación con fragmentos en los que hubo actividad de autoimagen en casi la mitad de los casos (49 %). Este tipo de actividad ocurrió en 25 de las 36 entrevistas analizadas. Los casos restantes (51 %) corresponden a las actividades de cortesía, que estuvieron asociadas con SP genéricos de segunda persona en 28 entrevistas. Estos datos –aunados a la ausencia de SP genéricos relacionados con actividades de descortesía y de reparación de imagen– sugieren que la entrevista sociolingüística es un evento comunicativo en el que los participantes tratan de mantener un intercambio cordial y buscan un balance entre la imagen propia y la de su interlocutor.
En el apartado de metodología se describió los papeles que desempeña cada uno de los participantes y esto tiene incidencia en los tipos de actividades de imagen encontrados y también en la manera en que las actividades se distribuyen con cada participante. Es esperable que haya más actividades de imagen por parte de la persona a la que se le otorga un papel protagónico en la entrevista y que suele ser quien habla más. Sin embargo, vale la pena detenerse en esto. En la Tabla 3 muestro cómo se distribuyen los SP genéricos ligados a actividades de imagen. Los entrevistados son quienes realizan mayoritariamente tanto actividades de autoimagen como de cortesía. En las primeras tratan de borrar su participación y en las segundas intentan involucrar al entrevistado y tratan de prevenir el daño a la imagen, consecuentemente se observa una menor frecuencia de SP explícitos cuando se trata de borrar la imagen propia y se recurre en mayor medida a tú explícito cuando se pretende involucrar al interlocutor, debido justamente al carácter apelativo del SP explícito tú. En cambio, las actividades de imagen son menores en los entrevistadores, ellos casi no realizan actividades de autoimagen (5 %) y tienen una frecuencia un poco mayor (13.6 %) cuando se trata de actividades de cortesía. Esta distribución se debe a que su papel es básicamente hacer que la conversación fluya de manera amigable para que el entrevistado se sienta cómodo hablando.
Total de entrevistas | Asociadas al entrevistador | Asociadas al entrevistado | |
---|---|---|---|
Actividad de autoimagen | 69 % | 5 % | 95 % |
Actividad de cortesía | 77.8 % | 13.6 % | 86.4 % |
Expongo enseguida algunos ejemplos en los que aparecen actividades de imagen ligadas a SP genéricos, para ilustrar la distribución descrita a partir de las Tablas 2 y 3. Mostraré primero ejemplos de actividades de autoimagen y enseguida de actividades de cortesía. En (6) se muestra la respuesta de la entrevistada ante la pregunta de si habla otra lengua, que no sea su lengua materna. La respuesta de la entrevistada es negativa y enseguida narra su experiencia con el inglés durante un viaje a Inglaterra. En dicho fragmento es notorio que la entrevistada justifica su desempeño con esta lengua identificándose con un grupo mayor (como cualquier mexicano) y pasa de la primera persona singular (Ø tuve la oportunidad, Ø me di cuenta, Ø lo entiendo, yo creo, yo considero, yo creo) a una generalización mediante una segunda persona singular en la que hace una evaluación de su propio desempeño, buscando un balance hacia su propia imagen para matizar la respuesta negativa que da al principio (Ø te das cuenta, Ø no estás tan mal, Ø lo entiendes). La respuesta de la entrevistadora es de acuerdo (mh/ claro) y enseguida las participantes son interrumpidas por alguien que toca a la puerta, después de lo cual la entrevista sigue otro rumbo. En este fragmento hay entonces una actividad en la que se atenúa la autoimagen y esta parece tener un efecto neutro en el interlocutor.
(6) | |
E: | claro/ este/ ¿hablas alguna otra lengua/ algún otro idioma además del español? |
I: | no/ la verdad/ este// el inglés// cuando tuve la oportunidad de viajar a// a Inglaterra/ me di cuenta que/ que sí lo entiendo/ pero yo creo que como cualquier// mexicano/ o el/ yo considero que el ochenta por ciento de los mexicanos somos muy// resistentes a desenvolvernos/ ¿no?/ entonces yo creo que/ ese es un impedimento para poderte/ desenvolver// en cambio llega un extranjero aquí y/ y aunque diga las cosas al revés/ no importa/ no le da pena// entonces<~tonces>/ solamente estando en un país/ donde hablan// otro idioma/ Ø te das cuenta de tus limitaciones/ pero también de que// pues<~pus>Ø no estás tan mal/ ¿no?/ porque al menos Ø lo entiendes (toque en la puerta) |
E: | mh/ claro |
(Entrevista 23) |
Un ejemplo de actividad de autoimagen en la que se conjuga el realce y la atenuación de la autoimagen se muestra en (7). La entrevistada narra que tanto ella como su madre fueron mujeres fuera de lo común para su época porque tuvieron estudios universitarios y habla del papel que desempeñaron sus padres para su formación. La entrevistada explica que, además de ser arquitecta, es acuarelista (actividad de realce de la autoimagen), pero atribuye sus logros al medio en que se desenvolvió y a sus padres (actividad de atenuación de la autoimagen). Nótese cómo la entrevistada pasa de la primera persona en la que realza su imagen (sabes que soy acuarelista también), al genérico de segunda persona singular con el que atenúa su imagen. En este fragmento la desfocalización ocurre mediante formas de sujeto de segunda persona (Ø te rodeas, tú te vas forzando) y de objeto (te es propicio) que alternan con el pronombre indefinido uno.
(7) | |
I: | entonces/ desde chiquitas/ nos empezó a meter a clases de pintura y ella nos llevaba/ a pintar al/ al campo |
E: | ah |
I: | y entonces/ ahí me empezó a nacer/ la vocación de pintora/ porque sabes que soy [acuarelista también] |
E: | [sí/ sí sí] |
I: | entonces<~tonces>este/ pus es que es el medio en el que Ø te rodeas/ [¿no?] |
E: | [claro] |
I: | si el medio te/ es propicio para que uno pueda hacer muchas cosas/ y mi mamá/ en su época/ había llegado a universidad |
E: | claro |
I: | pues<~pus>sin querer/ tú te vas forzando/ que/ tus padres te dicen/ tú tienes que ser más/ que lo que yo fui |
E: | claro |
I: | es una gran enseñanza/ que te [dejan los padres] |
E: | [sí / y/ y y el apoyo] |
(Entrevista 31) |
En (8) hay una estrategia para reparar la autoimagen, en este fragmento el entrevistado comenta sobre su gusto por el dibujo. Al autoevaluar su decisión de no haberse dedicado a eso en el pasado, desfocaliza mediante un SP genérico. En dicho fragmento es igualmente claro el paso de la primera persona (yo cometí, Ø hice, Ø me metí) a la segunda persona (Ø ya no las ves, Ø ya empiezas a pagar tus errores) y de nuevo a la primera persona (yo ingresé).
(8) | |
E: | claro/ y y ¿desde chiquito sabes dibujar? |
I: | ah/ yo cometí un error |
E: | ¿por qué? (risa) |
I: | a mí desde chiquito me gustó dibujar (interrupción de la grabación) o... |
E: | perdón/ ya/ ajá |
I: | profundizar |
E: | mh |
I: | eh/ lo que hice fue/ me metí en otras cosas/ o sea<~sea>/ no sé/ son errores de// de la juventud/ [o sea] |
E: | [claro] |
I: | inexperiencia// que ya Ø no las ves hasta que ya/ Ø empiezas a pagar tus errores// ya/ ya te-/ ya tenía yo/ yo ingresé aquí/// en el noventa ya a la universidad |
(Entrevista 3) |
Con respecto a las actividades de cortesía, se observó que estas se emplean para atenuar y realzar la imagen, pero no para repararla. Mi hipótesis es que esto se explica por la naturaleza de la entrevista sociolingüística, en la que hay dos participantes (que suelen ser desconocidos) con papeles bien delimitados: el entrevistador (el lingüista) y el entrevistado (el hablante); de modo que es una situación que no es comparable a una conversación entre pares en varios sentidos, y esto le confiere características propias con respecto a la toma de turno, a los derechos y obligaciones de los participantes y al grado de formalidad, por mencionar algunos aspectos.
Para llevar a cabo la entrevista sociolingüística se le sugiere al entrevistador que su participación oral sea mínima y que muestre interés en lo que el entrevistado tiene que contar, se le sugiere igualmente que adopte el papel de aprendiz, que evite los silencios, que evite hablar de temas polémicos que podrían generar desacuerdo y que propicie temas que involucren las emociones para lograr un habla más relajada. Por su parte, el entrevistado está dispuesto a colaborar y a responder las preguntas que plantea el entrevistador, de modo que se da una relación asimétrica entre los participantes (Milroy y Gordon, 2003; Silva-Corvalán y Enrique-Arias, 2017). El efecto que diferentes situaciones comunicativas imponen en términos de cortesía ha sido abordado por Albelda (2004), quien observó que la dinámica de toma de turno, la distancia entre los participantes y el rasgo de formalidad que conlleva una entrevista hace que emerjan diferentes patrones de cortesía, debido a la finalidad discursiva de la entrevista. De modo que esto confirma que en la situación de entrevista hay, al igual que en otro tipo de interacciones entre hablantes mexicanos– un gran cuidado de la autoimagen y de la imagen del interlocutor en términos de la imagen de afiliación.
Asimismo, y en relación con los papeles que desempeñan los participantes, se observó que los entrevistadores sí realizan las actividades de cortesía con atenuación, ya sea para plantear alguna pregunta al entrevistado o para dar su opinión sobre una persona concreta o sobre un grupo de personas o un tema. En (9) la entrevistadora intenta realizar una pregunta al entrevistado y para introducirla recurre a la generalización. El entrevistado trata de completar asumiendo que la pregunta era sobre “levantarse temprano” y bromea con ello, pero la entrevistadora retoma el planteamiento de que cualquiera (a mí me pasó; todo mundo) puede pasar por un tipo de situación (tener ideas raras, descalificar a todo el mundo) para luego preguntarle cómo fue su caso. Ese turno de la entrevistadora está construido con varios recursos propios de la atenuación (nótese en el orden siguiente: el empleo de digo, yo creo, bueno, yo creo, digo, como que, es como, como de) lo que sugiere el cuidado que está empleando la entrevistadora para evitar plantear su pregunta de manera directa, pues esto podría poner en riesgo la imagen del destinario y la propia, por ello se incluye y usa una estrategia generalizadora para pasar de un tú genérico (empiezas a tener ideas raras) a un tú apelativo (¿tú qué?).
(9) | |
E: | [(risa)]/ oye/ y::>/ bueno ya sabes que todo mundo// digo/ lo pasaste/ yo lo pasé/ y yo creo que la mayoría/ lo pasamos |
I: | ¿qué?/ levantarme temprano/ lo sigo viviendo (risa) [no/ pero dime] |
E: | [oye/ sí/ ¿no?] |
I: | no no// di lo que ibas a decir |
E: | no/ bueno eh/ bueno/ a mí me pasó desde// yo creo que la primaria/ la secundaria// este// como que// Ø empiezas a/ tener ideas raras/ a empezar/ digo/ es como la etapa de/ descalificar a todo el mundo y como de/ “esto no/ esto no// la verdad es esto” |
I: | mm ya/ pus sí |
E: | ¿tú qué? |
I: | pus sí/ como todos/ yo creo |
(Entrevista 5) |
Por último, las actividades de cortesía con realce de la imagen se asociaron más con el entrevistado, que como se sabe es quien habla por más tiempo. Un tema que los entrevistadores suelen tratar en la entrevista es sobre la actividad laboral que desempeña el entrevistado y en este tipo de respuestas suele haber SP genéricos de segunda persona cuando los entrevistados explican en qué consiste su trabajo o al hablar de su experiencia en algún lugar que no es conocido por el entrevistado. Por ejemplo, en (10) la entrevistada narra que vivió en España y explica que consumía productos locales por razones económicas. Para hacer más cercana su experiencia a la entrevistada le dice que es como si en México quisiera (ella, la entrevistadora o cualquiera) cocinar con productos de otro país. En este fragmento se observa que la entrevistadora manifiesta verbalmente que entiende la situación (ya me imagino).
(10) | |
I: | y entonces/ caímos como con el pie derecho/ pero en ¡todos! los lugares que llegamos |
E: | ay/ qué padre |
I: | entonces la gente nos abre sus casas/ incluso me enseñó a cocinar mi vecina// y yo comía al estilo de allá/ porque era más barato es/ es como si aquí Ø quisieras cocinar cosas americanas/ o cosas españolas/ ¡te sale caro!/ ¿por qué?/ porque todo es importado |
E: | claro |
I: | entonces <~tons> si yo quería comer como en México |
E: | mm no/ [ya me imagino] |
I: | [tenía yo que] gastar muchísimo/ entós dicen “a la tierra que fueres |
E: | [haz lo que vieres] |
(Entrevista 33) |
5 Discusión y conclusiones
En este artículo describí las actividades de imagen que se suelen realizar en entrevistas sociolingüísticas en un corpus de hablantes mexicanos cuando se emplean SP genéricos de segunda persona singular. Mostré que la tasa de presencia de los SP genéricos de segunda persona singular sí se relaciona con el tipo de actividades de imagen que los participantes realizan. En el CSCM las actividades de imagen asociadas a SP de segunda persona genéricos las llevaron a cabo, sobre todo, los entrevistados a los que en dicho evento comunicativo se les otorga un papel central en el uso de la palabra.
Se mostró que en las actividades de autoimagen ligadas a SP genéricos de segunda persona singular la imagen se atenúa o se repara. Las actividades de autoimagen se asocian con el empleo de un yo encubierto que Haverkate (1994) relacionó con una intención del hablante para proteger su imagen positiva. En el CSCM los hablantes evitan un “excesivo enfoque en la propia imagen”, que, como señala Hernández Flores (2013), puede tener un efecto negativo tanto en el emisor como en el destinatario; en cambio, en esta situación los hablantes atenúan y reparan la autoimagen, lo que puede tener un efecto positivo en el emisor (Hernández Flores, 2013, p. 190).
Igualmente se observó que los SP genéricos asociados a actividades de autoimagen se expresan escasamente (9.8 % de SP explícitos) de modo que lo que contribuye a atenuar la autoimagen no es sólo la desfocalización sino la elisión del SP desfocalizador. De igual manera, la alta frecuencia de actividades de autoimagen está en consonancia con lo señalado en la bibliografía sobre cortesía en México, en la que se ha observado que “en las estrategias discursivas del altiplano central de México también tiene un peso muy importante el trabajo sobre la imagen positiva del hablante mismo” (Curcó, 2014, p. 32).
Con respecto a las actividades de cortesía, en el CSCM la imagen se atenuó o se realzó, pero no se reparó mediante SP de segunda persona genéricos. Esto sugiere que en la entrevista sociolingüística se evita la confrontación con el interlocutor y que la imagen de afiliación tiene un papel central, de modo que podemos asociar el empleo de SP genéricos con la manifestación de cortesía positiva, en el sentido en que Haverkate (1994) lo plantea. De las dos actividades de imagen de cortesía, la más frecuente fue la de realce de la imagen, mediante la cual los emisores (casi siempre los entrevistados) intentaron involucrar al destinatario mediante la estrategia de generalización, manteniendo de este modo un balance entre la imagen propia y la de su interlocutor.
Las actividades de cortesía con atenuación fueron menos frecuentes y en este caso sí hubo una presencia mayor de los entrevistadores. La correlación entre actividades de imagen de cortesía y presencia de SP explícitos indica que en esta categoría la tasa de SP fue de 17.8 %, promedio más alto incluso que el promedio global para la segunda persona singular (ver Tabla 1). Esto tiene sentido, dado que en las actividades de imagen de cortesía se emplea estratégicamente una segunda persona que permite que el destinatario se coloque como participante, por lo tanto, al usar un SP explícito, más que borrarse el yo se está realzando el tú. Al respecto vale la pena mencionar la interpretación de Grinsted (2000; apudCurcó, 2014, p. 36), para quien “los mexicanos se colocan en la periferia como hablantes, pero ubican al oyente en el centro del espacio de interacción”.
Lo anterior lleva a reconsiderar el planteamiento de Haverkate (1994) sobre la incompatibilidad entre la desfocalización de la segunda persona con el uso de un SP explícito tú, de modo que sugiero que los mexicanos prefieren emplear los SP genéricos tácitos de segunda persona singular para realizar actividades de autoimagen y tienden a usar los SP genéricos explícitos para las actividades de imagen de cortesía. Sin embargo, en el futuro será necesario analizar datos procedentes de otro tipo de corpus para corroborar esta aseveración. Por último, mostré la pertinencia de incorporar un enfoque pragmático al análisis de un proceso variable que no ha podido ser explicado cabalmente teniendo en consideración únicamente restricciones de índole gramatical.
Reconocimiento
Investigación realizada gracias al Programa UNAM-PAPIIT <IA400519>. Agradezco a Rosnátaly Avelino y a Karla Olvera su colaboración para elaborar la base de datos.
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